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Abril 6

Levítico 7, Salmos 22, 1 Tesalonicenses 4

AudioCCF Bogotá Norte
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Levítico 7

1»Ésta es la ley del sacrificio por la culpa. Se trata de una ofrenda muy santa. 2 La víctima por la culpa se degollará en donde se degüella el holocausto, y su sangre se rociará sobre el altar y a su alrededor. 3 De la víctima se ofrecerá toda su grasa, la cola, la grasa que recubre los intestinos, 4 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que está sobre los ijares, y junto con los riñones se quitará la grasa que recubre el hígado. 5 El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como ofrenda encendida en honor del Señor. Se trata de una expiación de la culpa. 6 Podrán comer de ella todos los varones de la familia sacerdotal, pero la deben comer en un lugar santo. Se trata de una ofrenda muy santa. 7 Una misma ley vale para el sacrificio por el pecado y para el sacrificio por la culpa. El animal ofrecido será para el sacerdote que haga la expiación. 8 La piel del animal ofrecido en holocausto será para el sacerdote que presente el holocausto. 9 Toda ofrenda que se cueza al horno, y todo lo que se prepare en sartén o en cazuela, será para el sacerdote que presente la ofrenda. 10 Toda ofrenda seca o amasada con aceite será para todos los hijos de Aarón, sin excepción.

11 »Ésta es la ley para el sacrificio de paz que se ofrecerá al Señor: 12 Si se ofrece como sacrificio de acción de gracias, se ofrecerán tortas sin levadura amasadas con aceite, hojaldras sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. 13 Con el sacrificio de acción de gracias se presentará la ofrenda de paz acompañada de tortas de pan con levadura, 14 y parte de toda la ofrenda se presentará como ofrenda elevada al Señor, la cual será para el sacerdote que rocíe la sangre de los sacrificios de paz.

15 »La carne del sacrificio de paz que se ofrece como acción de gracias se comerá el mismo día en que sea ofrecida. No se dejará de ella nada para el día siguiente.

16 »Si el sacrificio de su ofrenda cumple un voto, o es voluntario, se comerá el mismo día en que se ofrezca el sacrificio, y lo que quede de éste se comerá al día siguiente.

17 »Si del sacrificio queda carne hasta el tercer día, ésta será quemada en el fuego.

18 »Si alguien come al tercer día carne del sacrificio de paz, ese sacrificio no le será aceptado al que lo ofreció, ni le será contado. Será un acto abominable, y el que lo coma cargará con su pecado.

19 »La carne que tenga contacto con alguna cosa impura, no deberá comerse, sino quemarse en el fuego. Todos los que estén puros podrán comer esa carne, 20 pero quien estando impuro coma la carne del sacrificio de paz, que es del Señor, será eliminado de su pueblo.

21 »Quien toque alguna cosa impura, como la inmundicia humana, o algún animal impuro, o cualquier otra abominación impura, y luego coma la carne del sacrificio de paz, que es del Señor, será eliminado de su pueblo.»

22 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

23 «Habla con los hijos de Israel, y diles que no deben comer ninguna grasa de buey, ni de cordero ni de cabra. 24 La grasa de animal muerto, y la grasa del animal que haya sido despedazado por las fieras, podrá usarse para cualquier otra cosa, menos para comer. 25 Cualquiera que coma grasa de los animales que se ofrecen al Señor como ofrenda encendida, será eliminado de su pueblo. 26 Dondequiera que ustedes vivan, no deberán comer ninguna sangre de aves ni de bestias. 27 Cualquiera que coma sangre, será eliminado de su pueblo.»

28 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

29 «Habla con los hijos de Israel, y diles que el que ofrezca un sacrificio de paz al Señor, lo deberá presentar ante el Señor. 30 Con sus propias manos presentará las ofrendas que se deban quemar ante el Señor. Presentará la grasa con el pecho, para que el pecho sea mecido como sacrificio mecido delante del Señor, 31 y el sacerdote quemará la grasa en el altar, aunque el pecho será para Aarón y sus hijos. 32 Al sacerdote le darán la espaldilla derecha de sus sacrificios de paz, para que la eleve como ofrenda. 33 El sacerdote que ofrezca la sangre de los sacrificios de paz, y la grasa, recibirá la espaldilla derecha como su porción. 34 De los sacrificios de paz que ofrecen los hijos de Israel, yo he tomado el pecho que se mece y la espaldilla que se eleva en ofrenda, y se lo he dado al sacerdote Aarón y a sus hijos. Éste será un estatuto perpetuo para los hijos de Israel. 35 Desde el día que yo, el Señor, los consagré para que fueran mis sacerdotes, de las ofrendas encendidas que se me ofrecen, asigné esta porción para Aarón y sus hijos. 36 Desde el día que yo, el Señor, los ungí de entre los hijos de Israel, ordené que se les diera esta porción, como estatuto perpetuo para todos sus descendientes.»

37 Ésta es la ley para los holocaustos, las ofrendas, los sacrificios por el pecado, los sacrificios por la culpa, las consagraciones y los sacrificios de paz. 38 El Señor se la dio a Moisés en el monte Sinaí, el día que en el desierto de Sinaí les ordenó a los hijos de Israel que le presentaran sus ofrendas.

Salmos 22

Grito de angustia y canto de alabanza

Al músico principal. Sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¿Por qué estás tan lejos, y no vienes a salvarme?
¿Por qué no atiendes mi clamor?
2 Dios mío, te llamo de día, y no me respondes;
te llamo de noche, y no hallo reposo.
3 Tú eres santo, tú eres rey;
tú eres alabado por Israel.

4 Nuestros padres confiaron en ti;
en ti confiaron, y tú los libraste.
5 A ti clamaron, y fueron librados;
en ti confiaron, y no quedaron en vergüenza.
6 Pero yo soy más gusano que hombre;
¡un ser despreciable del que todos se burlan!
7 Los que me ven, se burlan de mí;
me hacen muecas, sacuden la cabeza, y dicen:
8 «Éste puso su confianza en el Señor,
¡pues que el Señor lo salve!
¡Que venga el Señor a librarlo,
ya que en él se complacía!»

9 Pero eres tú quien me dio la vida,
eres tú quien me infundió confianza
desde que era un niño de pecho.
10 Antes de nacer fui puesto a tu cuidado;
aun estaba yo en el vientre de mi madre,
y tú eras ya mi Dios.

11 No te apartes de mí, que me cerca la angustia
y nadie viene en mi ayuda.
12 Mucha gente poderosa me rodea;
son fuertes como toros de Basán.
13 Como leones feroces y rugientes,
abren sus fauces, dispuestos a atacarme.
14 Me voy diluyendo, como el agua;
tengo todos los huesos dislocados.
El corazón, dentro del pecho,
se me derrite como la cera.
15 Tengo seca, muy seca, la garganta;
la lengua se me pega al paladar;
¡me has lanzado al polvo de la muerte!
16 Me ha cercado una banda de malvados;
¡me tienen rodeado, como perros!
¡Han taladrado mis manos y mis pies!
17 Puedo contarme todos los huesos,
mientras ellos se regodean al verme.
18 Echan a la suerte mis vestidos
y se los reparten por sorteo.

19 Pero tú, Señor, ¡no te alejes!
Tú eres mi fuerza, ¡ven pronto en mi ayuda!
20 ¡Rescata de la espada y de esos perros
la única vida que tengo!
21 ¡Sálvame de las fauces de esos leones!
¡Líbrame de los cuernos de esos búfalos!
22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
te alabaré en medio de la comunidad.

23 Ustedes, los que temen al Señor, ¡alábenlo!
Descendientes de Jacob, ¡denle gloria!
Hijos todos de Israel, ¡adórenlo!
24 El Señor no rechaza al afligido,
no desprecia a los que sufren,
ni esconde de ellos su rostro;
cuando a él claman, les responde.

25 Yo lo alabaré en medio de la comunidad,
y ante los que le temen cumpliré mis promesas.
26 Los pobres comerán, y quedarán satisfechos;
los que buscan al Señor lo alabarán,
y tendrán una larga vida.
27 Todos los rincones de la tierra
invocarán al Señor, y a él se volverán;
¡ante él se inclinarán todas las naciones!
28 El reinado es del Señor,
y él gobierna a todas las naciones.
29 Todos los poderosos de la tierra lo adorarán;
todos los mortales le rendirán pleitesía,
todos los que no tienen vida propia.
30 Las generaciones futuras le servirán,
y hablarán del Señor a la generación venidera.
31 Se dirá a los que aún no han nacido
que el Señor es justo en todo lo que hace.

1 Tesalonicenses 4

La vida agradable a Dios

1 Por lo demás, hermanos, les rogamos y animamos en el Señor Jesús a que cada día su comportamiento sea más y más agradable a Dios, que es como debe ser, de acuerdo con lo que han aprendido de nosotros. 2 Ustedes ya conocen las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. 3 La voluntad de Dios es que ustedes sean santificados, que se aparten de toda inmoralidad sexual, 4 que cada uno de ustedes sepa tener su propio cuerpo en santidad y honor, 5 y no en pasiones desordenadas, como la gente que no conoce a Dios. 6 Ninguno debe agraviar ni engañar en nada a su hermano; porque el Señor toma en cuenta todo esto, como ya les hemos dicho y declarado. 7 Pues Dios no nos ha llamado a vivir en la inmundicia, sino a vivir en santidad. 8 El que desecha esto, no desecha a un hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

9 En cuanto al amor fraternal, no es necesario que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado que ustedes deben amarse los unos a los otros, 10 y eso es lo que ustedes hacen con todos los hermanos que viven por toda Macedonia. Sin embargo, hermanos, les rogamos que su amor abunde más y más, 11 y que procuren vivir en paz, y ocuparse de sus negocios y trabajar con sus propias manos, tal y como les hemos ordenado, 12 a fin de que se conduzcan honradamente con los de afuera, y no tengan necesidad de nada.

La venida del Señor

13 Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. 14 Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él. 15 Les decimos esto como una enseñanza del Señor: Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado hasta que el Señor venga, no nos adelantaremos a los que murieron, 16 sino que el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los que aún vivamos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre. 18 Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.

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