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Abril15

Levítico 16, Salmos 31, 1 Timoteo 5

AudioCCF Bogotá Norte
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Levítico 16

El día de la expiación
1 Después de que los dos hijos de Aarón se acercaron al Señor y murieron, el Señor habló con Moisés 2 y le dijo:

«Dile a tu hermano Aarón que, para que no muera, no entre en cualquier momento en el santuario detrás del velo, es decir, el que está sobre el arca, delante del propiciatorio, porque yo me manifestaré allí en una nube. 3 Aarón entrará en el santuario con un becerro para expiación y un carnero para holocausto. 4 Para esto, se pondrá la túnica santa de lino y se cubrirá con calzoncillos de lino, se ajustará el cinto de lino, y se cubrirá la cabeza con la mitra de lino. Éstas son las vestiduras sagradas, las cuales se pondrá luego de lavarse el cuerpo con agua.

5 »De la congregación de los hijos de Israel, Aarón tomará dos machos cabríos para la ofrenda de expiación, y un carnero para el holocausto. 6 Hará traer entonces el becerro para su propia expiación, y lo ofrecerá para su propia reconciliación y la de sus familiares. 7 Luego tomará los dos machos cabríos, y los ofrecerá al Señor, a la entrada del tabernáculo de reunión. 8 Echará suertes sobre los dos machos cabríos, una de ellas por el Señor y la otra por Azazel; 9 entonces ordenará traer el macho cabrío que le haya tocado en suerte al Señor, y lo ofrecerá en expiación, 10 mientras que al macho cabrío que le haya tocado en suerte a Azazel lo presentará vivo delante del Señor, para su propia reconciliación sobre él, y luego lo soltará en el desierto para que se vaya con Azazel.

11 »Luego, Aarón hará traer el becerro para su expiación y lo ofrecerá para su propia reconciliación y la de sus familiares, y luego degollará el becerro para su propia expiación. 12 Tomará entonces un incensario, echará en él brasas del fuego que arde en el altar delante del Señor, y dos puñados del perfume aromático molido, y lo llevará tras el velo. 13 Allí, delante del Señor, echará el perfume sobre el fuego, y el humo del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio. Así, Aarón no morirá.

14 »Después de esto, Aarón tomará un poco de la sangre del becerro, y con el dedo la rociará siete veces hacia el oriente, en dirección al propiciatorio. 15 A continuación, degollará el macho cabrío como expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre al interior, tras el velo, y esparcirá la sangre sobre el propiciatorio y delante de éste, como lo hizo con la sangre del becerro. 16 Así purificará el santuario por causa de todas las impurezas, rebeliones y pecados de los hijos de Israel, y lo mismo hará con el tabernáculo de reunión, el cual se encuentra entre ellos y sus impurezas.

17 »Nadie debe estar en el tabernáculo de reunión mientras Aarón esté dentro del santuario para hacer la expiación y hasta que él salga. Una vez que haya hecho la expiación por sí mismo, por sus familiares y por toda la congregación de Israel, 18 saldrá para hacer la expiación por el altar que está delante del Señor. Tomará un poco de la sangre del becerro y del macho cabrío, y la untará sobre los cuernos del altar y alrededor de éste; 19 luego, con el dedo rociará sobre él la sangre siete veces. Así lo santificará y lo limpiará de las impurezas de los hijos de Israel.

20 »Cuando Aarón termine de hacer la expiación por el santuario, el tabernáculo de reunión y el altar, mandará traer el macho cabrío vivo, 21 pondrá las dos manos sobre la cabeza del animal, y confesará sobre él todas las iniquidades, rebeliones y pecados de los hijos de Israel, y luego lo soltará en el desierto por medio de alguien destinado para ello. 22 El macho cabrío será soltado en el desierto, llevando sobre sí a tierra inhabitada todas las iniquidades del pueblo.

23 »Después de eso, Aarón irá al tabernáculo de reunión y se quitará las vestiduras de lino que llevaba puestas al entrar en el santuario, y las dejará allí. 24 Luego, en el lugar santo se lavará el cuerpo con agua, y una vez que se vista saldrá para ofrecer su holocausto y el holocausto del pueblo, y para hacer expiación por él y por el pueblo, 25 y quemará en el altar la grasa del sacrificio por el pecado.

26 »El que haya llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos y se lavará a sí mismo con agua, y después de eso podrá entrar en el campamento. 27 Entonces se sacarán del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, y cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación, y se echarán al fuego su piel, su carne y su estiércol. 28 El encargado de quemar todo esto lavará sus vestidos, y se lavará a sí mismo con agua, y después de eso podrá entrar en el campamento.

29 »Éste será un estatuto perpetuo para ustedes y para los extranjeros que vivan entre ustedes: El día diez del mes séptimo deberán ayunar, y no podrán realizar ningún trabajo. 30 Ese día se hará expiación por ustedes, y así delante del Señor quedarán limpios de todos sus pecados. 31 Ese día será para ustedes un día de reposo y de ayuno. Es un estatuto perpetuo. 32 La expiación la hará el sacerdote que haya sido ungido y consagrado como sacerdote en lugar de su padre. Se pondrá las santas vestiduras de lino 33 y hará la expiación por el santo santuario y por el tabernáculo de reunión, lo mismo que por el altar y los sacerdotes, y por todo el pueblo congregado. 34 Esta expiación por todos los pecados de Israel se hará una vez al año, y será para ustedes un estatuto perpetuo.»

Y Moisés hizo todo tal y como el Señor se lo ordenó.

Salmos 31

Declaración de confianza

Al músico principal. Salmo de David.
1 Señor, yo confío en ti;
no permitas nunca que sea yo avergonzado.
¡Ponme a salvo, pues tú eres justo!
2 ¡Inclínate a escucharme!
¡Ven pronto en mi ayuda!
¡Sé tú mi roca fuerte, la fortaleza que me salve!

3 Ciertamente, tú eres mi roca y mi castillo;
guíame; encamíname por causa de tu nombre.
4 Sácame de la red que me han tendido,
pues tú eres mi refugio.
5 En tus manos encomiendo mi espíritu;
¡ponme a salvo, Señor, Dios de la verdad!

6 Señor, yo confío en ti,
pero odio a los que adoran ídolos huecos.
7 Yo me lleno de alegría por tu misericordia,
pues tú has tomado en cuenta mi aflicción
y conoces las angustias de mi alma.
8 No me has puesto en manos de mi adversario;
más bien, me has plantado en lugares amplios.

9 Ten misericordia de mí, Señor,
porque estoy muy angustiado.
Mis ojos se consumen de tristeza,
lo mismo que mi alma y todo mi ser.
10 Mi vida se va consumiendo de dolor;
mis años transcurren en medio de suspiros.
La maldad acaba con mis fuerzas,
y hasta mis huesos se van debilitando.

11 Todos mis enemigos se burlan de mí,
y más aún mis vecinos;
¡soy el hazmerreír de mis conocidos!
Los que me ven en la calle, huyen de mí.
12 Me han olvidado, como a los muertos;
hasta parezco una vasija hecha pedazos.
13 Puedo oír cómo muchos me calumnian:
«¡Hay terror por todas partes!»,
y mientras tanto, todos conspiran contra mí
y hacen planes para matarme.
¡Sólo piensan quitarme la vida!

14 Señor, yo confío en ti,
y declaro que tú eres mi Dios.
15 Mi vida está en tus manos;
¡líbrame de mis enemigos y perseguidores!
16 ¡Haz brillar tu rostro sobre este siervo tuyo!
¡Sálvame, por tu misericordia!

17 Señor, no permitas que sea yo avergonzado,
porque a ti te he invocado.
¡Que sean avergonzados los impíos!
¡Que enmudezcan en el sepulcro!
18 ¡Que sean silenciados los labios mentirosos,
esos que hablan mal del hombre honrado
y lo tratan con soberbia y desprecio!

19 ¡Cuán grande es tu bondad,
la cual reservas para los que en ti confían!
¡Delante de todos la manifiestas
a los que en ti buscan refugio!
20 En lo más recóndito de tu presencia
los pones a salvo de la maldad humana;
les das refugio en tu tabernáculo;
¡los pones a salvo de las malas lenguas!

21 ¡Bendito seas, Señor!
¡Grande ha sido tu misericordia por mí!
¡Me pusiste en una ciudad fortificada!
22 En mi angustia llegué a pensar
que me habías apartado de tu vista,
pero tú escuchaste mi voz suplicante
en el momento en que a ti clamé.

23 Ustedes, fieles del Señor, ¡ámenlo!
El Señor cuida de quienes le son fieles,
pero a los que actúan guiados por la soberbia
les da el castigo que merecen.
24 Ustedes, los que esperan en el Señor,
¡esfuércense, y cobren ánimo!

1 Timoteo 5

Deberes hacia los demás

1 No reprendas al anciano, sino exhórtalo como a un padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, con toda pureza, como a hermanas.

3 Honra a las viudas que en verdad son viudas. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, éstos deben aprender primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque ante Dios esto es bueno y agradable. 5 La viuda que en verdad es viuda, y que se ha quedado sola, espera en Dios y noche y día persevera en súplicas y oraciones; 6 pero la que se entrega a los placeres, está muerta en vida. 7 Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 8 porque si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, niega la fe y es peor que un incrédulo.

9 En la lista deben figurar sólo las viudas mayores de sesenta años, y que hayan tenido un solo marido; 10 que cuente con un testimonio de buenas obras, como haber criado hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los afligidos, y practicado toda buena obra. 11 Pero no admitas viudas más jóvenes, porque luego se rebelan contra Cristo y, llevadas por sus deseos, quieren casarse, 12 con lo que incurren en condenación por quebrantar su primera fe. 13 Además, aprenden a ser ociosas y a andar de casa en casa; y no solamente se vuelven ociosas sino también chismosas y entrometidas, y hablan de lo que no deben. 14 Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen y críen hijos; que gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 15 Porque ya algunas se han apartado por seguir a Satanás. 16 Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, para no gravar a la iglesia; así habrá lo suficiente para las viudas que en verdad lo son.

17 Los ancianos que gobiernan bien deben considerarse dignos de doble honor, mayormente los que se dedican a predicar y enseñar. 18 Pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla», y: «Digno es el obrero de su salario.» 19 No admitas ninguna acusación contra un anciano, a menos que haya dos o tres testigos. 20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. 21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios y sin actuar con parcialidad. 22 No impongas a nadie las manos con ligereza, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.

23 Por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades ya no bebas agua, sino toma un poco de vino.

24 Los pecados de algunos hombres se hacen evidentes antes de que ellos sean llevados a juicio, aunque a otros se les descubren después. 25 De igual manera, las buenas obras se hacen evidentes; y aun las que son diferentes, tampoco pueden permanecer ocultas.

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