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Abril17

Levítico 18, Salmos 33, 2 Timoteo 1

AudioCCF Bogotá Norte
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Levítico 18

Actos prohibidos

1 El Señor habló con Moisés, y le dijo:

2 «Habla con los hijos de Israel, y diles:

»Yo soy el Señor su Dios.

3 »No hagan ustedes lo que hacen los egipcios, en cuyo país vivieron. Tampoco hagan lo que hacen los cananeos, a cuyo país yo los conduzco. No sigan sus estatutos. 4 Más bien, pongan en práctica mis ordenanzas y cumplan con mis estatutos. Síganlos. Yo soy el Señor su Dios. 5 Por lo tanto, obedezcan mis estatutos y mis ordenanzas. Todo el que los cumpla, vivirá por ellos. Yo soy el Señor.

6 »Nadie debe allegarse a ninguna parienta cercana para descubrir su desnudez. Yo soy el Señor.

7 »No descubrirás la desnudez de tu padre ni la desnudez de tu madre. Se trata de tu madre, así que no descubrirás su desnudez.

8 »No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre. Se trata de la desnudez de tu padre.

9 »No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en tu casa o fuera de tu casa.

10 »No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija. Es tu propia desnudez.

11 »No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre. Ha sido engendrada por tu padre, y es tu hermana.

12 »No descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre. Se trata de la familia de tu padre.

13 »No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre. Se trata de la familia de tu madre.

14 »No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre.

»No te acostarás con la mujer del hermano de tu padre. Se trata de la mujer del hermano de tu padre.

15 »No descubrirás la desnudez de tu nuera. Se trata de la mujer de tu hijo, así que no descubrirás su desnudez.

16 »No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano. Se trata de la desnudez de tu hermano.

17 »No descubrirás la desnudez de una mujer y de su hija.

»No descubrirás la desnudez de la hija de su hijo, ni de la hija de su hija. Eso es un acto perverso, pues se trata de parientas cercanas.

18 »No descubrirás la desnudez de la hermana de tu mujer, mientras ésta viva, pues la harías su rival.

19 »No descubrirás la desnudez de ninguna mujer durante sus días de impureza menstrual.

20 »No tendrás relaciones sexuales con la mujer de tu prójimo, para no deshonrarte con ella.

21 »No ofrezcas ningún hijo tuyo a Moloc, para que sea quemado. No deshonres así el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.

22 »No te acostarás con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto aberrante.

23 »No te allegarás a ningún animal para deshonrarte con él.

»Ninguna mujer se pondrá delante de ningún animal para ayuntarse con él. Ése es un acto perverso.

24 »No se contaminen con nada de esto. Las naciones que yo estoy expulsando de la presencia de ustedes se han corrompido cometiendo todas estas cosas, 25 y con ello la tierra se contaminó. Pero yo castigué su maldad, y la tierra expulsó a sus habitantes. 26 Pero ustedes, cumplan con mis estatutos y mis ordenanzas, y no cometan, ni ustedes ni los extranjeros que habitan entre ustedes, ninguno de estos actos aberrantes. 27 Porque todas estas perversiones las cometieron los que habitaron esa tierra antes que ustedes, y la tierra se contaminó. 28 No vaya a ser que la tierra los expulse por haberla contaminado, como expulsó a la gente que la habitó antes que ustedes. 29 Todos los que incurran en alguna de estas perversiones serán eliminados de su pueblo.

30 »Por lo tanto, cumplan con mis ordenanzas y no imiten las repugnantes acciones que se practicaron allí antes de ustedes. No se contaminen con ellas. Yo soy el Señor su Dios.»

Salmos 33

Alabanzas al Creador

1 Ustedes los justos, ¡alégrense en el Señor!
¡Hermosa es la alabanza de los hombres íntegros!
2 ¡Aclamen al Señor con arpas!
¡Alábenlo al son del salterio y del decacordio!
3 ¡Canten al Señor un cántico nuevo!
¡Canten y toquen bien y con regocijo!

4 Ciertamente, la palabra del Señor es recta;
todo lo hace con fidelidad.
5 El Señor ama la justicia y el derecho;
la tierra está llena de su misericordia.

6 Con su palabra, el Señor hizo los cielos;
todo lo creado lo hizo con un soplo de su boca.
7 El Señor junta el agua del mar en una vasija,
y pone en un depósito las profundidades del mar.

8 ¡Que toda la tierra tema al Señor!
¡Que le teman todos los habitantes del mundo!
9 El Señor habló, y todo fue creado;
el Señor ordenó, y todo apareció.

10 El Señor anula los planes de las naciones;
frustra las maquinaciones de los pueblos.
11 Pero los planes y pensamientos del Señor
permanecen por todas las generaciones.
12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
¡el pueblo que él escogió como su propiedad!

13 El Señor observa desde los cielos;
desde allí vigila a toda la humanidad.
14 Desde el lugar de su residencia
contempla a todos los habitantes de la tierra.
15 El Señor formó el corazón de todos ellos,
y pondera atentamente todos sus hechos.

16 El rey no se salva por tener un gran ejército,
ni se escapa el valiente por tener mucha fuerza.
17 Ningún caballo es garantía de salvación;
y aunque tiene mucha fuerza, no salva a nadie.

18 El Señor mira atentamente a quienes le temen,
a quienes confían en su misericordia,
19 para librarlos de la muerte
y darles vida en tiempos de escasez.

20 Con el alma esperamos en el Señor,
pues él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
21 Por él se alegra nuestro corazón;
confiamos en su santo nombre.

22 Señor, sea tu misericordia sobre nosotros,
tal y como lo esperamos de ti.

2 Timoteo 1

Saludo
1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios y según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2 a Timoteo, amado hijo: Que tengas gracia, misericordia y paz, de Dios el Padre y de Jesucristo nuestro Señor.

Testificando de Cristo

3 Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, sirvo con limpia conciencia, de que siempre, día y noche, me acuerdo de ti en mis oraciones. 4 Al acordarme de tus lágrimas siento deseos de verte, para llenarme de gozo; 5 pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también. 6 Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios, que por la imposición de mis manos está en ti. 7 Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, preso suyo. Al contrario, participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, quien quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio, 11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los no judíos. 12 Por eso mismo padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro de que él es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. 13 Retén la forma de las sanas palabras que oíste de mí, en la fe y en el amor que es en Cristo Jesús. 14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

15 Ya sabes que me abandonaron todos los que están en Asia, dos de los cuales son Figelo y Hermógenes. 16 Que el Señor tenga misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me reanimó, y no se avergonzó de mis cadenas, 17 sino que cuando estuvo en Roma, me buscó afanosamente y me halló. 18 Que en aquel día el Señor le conceda hallar misericordia cerca del Señor. Tú mejor que nadie sabes cuánto nos ayudó en Éfeso.

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