La Biblia en un año
Marzo30
Éxodo 40, Salmos 15, Colosenses 1
Éxodo 40
Moisés erige el tabernáculo
El Señor habló con Moisés, y le dijo:
2 «El primer día del mes primero harás que se levante el tabernáculo de reunión, 3 y en él pondrás el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo. 4 Meterás la mesa, y la pondrás en orden; meterás también el candelero, y encenderás sus lámparas; 5 pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina frente a la entrada del tabernáculo. 6 Después pondrás el altar del holocausto frente a la entrada del tabernáculo de reunión. 7 Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y en ella pondrás agua. 8 Finalmente, pondrás el atrio alrededor, y la cortina a la entrada del atrio. 9 Tomarás entonces el aceite de la unción, y ungirás el tabernáculo y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo. 10 Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios, y santificarás el altar, y será un altar santísimo. 11 De igual manera, ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 12 Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua; 13 harás que Aarón se ponga las vestiduras sagradas, y lo ungirás y consagrarás, para que sea mi sacerdote. 14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas 15 y los ungirás, como ungiste a su padre. Así serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por todas las generaciones.»
16 Moisés hizo todo conforme a lo que el Señor le había mandado hacer. 17 Así, el tabernáculo fue erigido en el día primero del primer mes del segundo año. 18 Moisés ordenó levantar el tabernáculo, asentó sus bases, colocó sus tablas, puso sus travesaños, e hizo que se levantaran sus columnas. 19 Levantó la tienda sobre el tabernáculo, y encima del mismo puso la sobrecubierta, tal y como el Señor se lo había ordenado.
20 Luego Moisés tomó el testimonio y lo puso dentro del arca, y colocó las varas en el arca, y sobre el arca puso el propiciatorio. 21 Metió el arca en el tabernáculo, extendió el velo, y ocultó el arca del testimonio, tal y como el Señor se lo había ordenado.
22 En el lado norte de la cortina, fuera del velo, Moisés puso la mesa en el tabernáculo de reunión, 23 y sobre ella puso por orden los panes delante del Señor, tal y como el Señor se lo había ordenado.
24 En el lado sur de la cortina, en el tabernáculo de reunión, frente a la mesa, Moisés puso el candelero, 25 y encendió las lámparas delante del Señor, tal y como el Señor se lo había ordenado.
26 Moisés puso también el altar de oro en el tabernáculo de reunión, delante del velo, 27 y sobre él quemó incienso aromático, tal y como el Señor se lo había ordenado.
28 Moisés puso también la cortina a la entrada del tabernáculo, 29 y colocó el altar del holocausto a la entrada del tabernáculo de reunión, y sacrificó sobre él holocausto y ofrenda, tal y como el Señor se lo había ordenado.
30 Moisés puso la fuente entre el tabernáculo de reunión y el altar, y en ella puso agua para lavarse. 31 Y Moisés y Aarón y sus hijos se lavaban en ella las manos y los pies. 32 Cuando entraban en el tabernáculo de reunión, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, tal y como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
33 Finalmente, Moisés erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina a la entrada del atrio. Así concluyó Moisés la obra.
La nube sobre el tabernáculo
34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo. 35 Moisés no podía entrar en el tabernáculo de reunión porque la nube estaba sobre él y la gloria del Señor lo llenaba. 36 Cuando la nube se elevaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; 37 pero si la nube no se elevaba, ellos no se movían hasta que ella lo hiciera. 38 Y es que la nube del Señor estaba sobre el tabernáculo durante el día, y durante la noche el fuego estaba sobre él, a la vista de todo el pueblo de Israel, en todas sus jornadas.
Salmos 15
Para habitar en el monte de Dios
Salmo de David.
1 Señor, ¿quién puede vivir en tu templo?
¿Quién puede habitar en tu santo monte?
2 El que vive rectamente y practica la justicia,
el que es sincero consigo mismo,
3 el que no calumnia con la lengua,
ni perjudica a sus amigos,
ni procura el mal de su vecino;
4 el que desprecia al que Dios desprecia,
pero honra al que da honra a Dios;
el que cumple sus promesas aunque salga perjudicado.
5 El que no presta dinero con interés,
ni acepta soborno en contra del inocente.
El que así vive, jamás caerá.
Colosenses 1
Saludo
1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con ustedes.
Pablo pide sabiduría espiritual para los colosenses
3 Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4 pues hemos recibido noticias de la fe de ustedes en Cristo Jesús, y del amor que tienen por todos los santos, 5 a causa de la esperanza que en los cielos les está reservada. Ustedes ya han sabido de esto por el evangelio, que es la palabra de verdad, 6 y que ha llegado hasta ustedes, así como a todo el mundo, y que desde el día que ustedes la escucharon y la comprendieron claramente, y conocieron la gracia de Dios, crece en ustedes y produce fruto. 7 Esto lo aprendieron por medio de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para ustedes, 8 quien también nos ha hablado del amor que ustedes tienen en el Espíritu.
9 Por eso nosotros, desde el día que lo supimos, no cesamos de orar por ustedes y de pedir que Dios los llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que vivan como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 todo esto, fortalecidos con todo poder, conforme al dominio de su gloria, para que puedan soportarlo todo con mucha paciencia. Así, con gran gozo, 12 darán las gracias al Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 y que también nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados.
Reconciliación por medio de la muerte de Cristo
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. 16 En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. 17 Él existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. 18 Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para tener la preeminencia en todo, 19 porque al Padre le agradó que en él habitara toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y también a ustedes, que en otro tiempo eran extranjeros y enemigos, tanto en sus pensamientos como en sus acciones, ahora los ha reconciliado completamente 22 en su cuerpo físico, por medio de la muerte, para presentárselos a sí mismo santos, sin mancha e irreprensibles, 23 siempre y cuando en verdad permanezcan cimentados y firmes en la fe, inamovibles en la esperanza del evangelio que han recibido, el cual se predica en toda la creación debajo del cielo; del cual yo, Pablo, he llegado a ser ministro.
Ministerio de Pablo a los no judíos
24 Ahora me alegro de lo que sufro por ustedes, y completo en mi cuerpo lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la iglesia, que es su cuerpo; 25 de la cual llegué a ser ministro, según el plan que Dios me encomendó para el bien de ustedes, de anunciar cabalmente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los tiempos antiguos, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los no judíos, y que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. 28 Nosotros anunciamos a Cristo, y amonestamos y enseñamos a todo el mundo en toda sabiduría, a fin de presentar perfecta en Cristo Jesús a toda la humanidad. 29 Con este fin, trabajo y lucho con todas mis fuerzas y con el poder que actúa en mí.