La Biblia en un año
Junio26
Deuteronomio 25, Salmos 103, Isaías 7
Deuteronomio 25
1»Cuando surja algún pleito, las partes acudirán al tribunal para que los jueces juzguen el caso, y absuelvan al inocente y condenen al culpable. 2 Si el culpable merece ser azotado, el juez le ordenará tenderse en el suelo para que sea azotado en su presencia. El número de azotes dependerá del delito cometido, 3 aunque no podrá recibir más de cuarenta azotes, pues recibir más azotes sería humillante para tu compatriota.
4 »No le pondrás bozal al buey que trille.
5 »Cuando dos hermanos vivan juntos, y uno de ellos llega a morir sin haber procreado hijos, la viuda no podrá casarse con alguien ajeno a la familia, sino que su cuñado la tomará por esposa, se allegará a ella, y cumplirá con ella su deber de cuñado. 6 El primer hijo que ella dé a luz recibirá el nombre del hermano muerto, para que su nombre no sea borrado de Israel.
7 »Si el hermano del muerto no quiere tomar a su cuñada por esposa, ésta irá a la entrada de la ciudad y les dirá a los ancianos: “Mi cuñado no quiere perpetuar en Israel el nombre de su hermano. No quiere cumplir conmigo su deber de cuñado.” 8 Entonces los ancianos de la ciudad lo llamarán y hablarán con él; y si él se resiste y declara: “No quiero tomarla por esposa”, 9 entonces su cuñada se acercará a él y, delante de los ancianos, le quitará del pie la sandalia y le escupirá en el rostro, y dirá: “Esto se merece el hombre que no quiere mantener viva la familia de su hermano.” 10 Y esta familia será conocida en Israel con el nombre de “La familia del descalzo”.
11 »En caso de que dos hombres riñan, si la mujer de uno de ellos se acerca para librar a su marido de ser lastimado por el otro, y alarga la mano y sujeta al otro por sus partes vergonzosas, 12 tú no la perdonarás sino que le cortarás la mano.
13 »No llevarás en tu bolsa una pesa grande y una pesa chica, 14 ni tendrás en tu casa una medida grande y una medida pequeña. 15 Deberás usar pesas exactas y justas, y medidas completas y justas, para que vivas muchos años en la tierra que el Señor tu Dios te da. 16 Ciertamente al Señor tu Dios le repugna todo aquel que comete esta clase de injusticia.
Orden de exterminar a Amalec
17 »Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando saliste de Egipto, 18 y de cómo, cuando tú estabas cansado y agobiado, te salió al encuentro en el camino y, sin ningún temor de Dios, te atacó por la retaguardia e hirió a todos los que, débiles, venían a la zaga. 19 Por lo tanto, cuando ya estés en la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión, y el Señor tu Dios te haga descansar de todos los enemigos que te rodean, borrarás de debajo del cielo la memoria de Amalec. ¡No lo olvides!
Salmos 103
Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.
1 ¡Bendice, alma mía, al Señor!
¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!
2 ¡Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguna de sus bendiciones!
3 El Señor perdona todas tus maldades,
y sana todas tus dolencias.
4 El Señor te rescata de la muerte,
y te colma de favores y de su misericordia.
5 El Señor te sacia con los mejores alimentos
para que renueves tus fuerzas, como el águila.
6 El Señor imparte justicia y defiende
a todos los que sufren por la violencia.
7 Dio a conocer sus caminos a Moisés;
los hijos de Israel vieron sus obras.
8 El Señor es misericordioso y clemente;
es lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No nos reprende todo el tiempo,
ni tampoco para siempre nos guarda rencor.
10 No nos ha tratado como merece nuestra maldad,
Ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados.
11 Tan alta como los cielos sobre la tierra,
es su misericordia con los que le honran.
12 Tan lejos como está el oriente del occidente,
alejó de nosotros nuestras rebeliones.
13 El Señor se compadece de los que le honran
con la misma compasión del padre por sus hijos,
14 pues él sabe de qué estamos hechos;
¡él bien sabe que estamos hecho de polvo!
15 Nuestros días son como la hierba:
florecemos como las flores del campo,
16 pero pasa el viento sobre nosotros
y desaparecemos, sin dejar ninguna huella.
17 Pero el Señor es eternamente misericordioso;
él les hace justicia a quienes le honran,
y también a sus hijos y descendientes,
18 a quienes cumplen con su pacto
y no se olvidan de sus mandamientos,
sino que los ponen en práctica.
19 El Señor ha afirmado su trono en los cielos,
y su reino domina sobre todos los reinos.
20 ¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos
que cumplen sus órdenes y obedecen su voz!
21 ¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos,
todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad!
22 ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas,
en todos los lugares de su dominio!
¡Bendice, alma mía, al Señor!
Isaías 7
Mensaje de Isaías a Ajaz
1 En los días en que Ajaz hijo de Yotán, hijo de Uzías, reinaba en Judá, sucedió que el rey Resín de Siria y Pecaj hijo de Remalías, que era rey de Israel, se dirigieron a Jerusalén para atacarla, pero no la pudieron tomar. 2 La noticia de que Siria se había aliado con Efraín llegó a la casa de David, y esto hizo que se estremeciera el corazón del rey y de su pueblo, como cuando el viento hace que se estremezcan los árboles del bosque.
3 Entonces el Señor le dijo a Isaías:
«Ve ahora con tu hijo Sear Yasub[a] adonde termina el acueducto del estanque superior, en dirección al Campo del Lavador. Allí te encontrarás con Ajaz, 4 y le dirás: “Ten mucho cuidado, y mucha calma. No tengas miedo ni se sobresalte tu corazón por causa de Resín y de Siria, y del hijo de Remalías.” Ellos arden de ira, pero no son más que el humo de dos tizones apagados. 5 El sirio se ha puesto de acuerdo con Efraín y con el hijo de Remalías, para hacerte daño. Ha dicho: 6 “Vayamos contra Judá para aterrorizarla. Nos la repartiremos, y pondremos por rey al hijo de Tabel.” 7 Pero Dios el Señor dice así: “Eso no tendrá éxito, ni será así.” 8 Ciertamente, la cabeza de Siria es Damasco, y la cabeza de Damasco es Resín, pero dentro de sesenta y cinco años Efraín será destruido y dejará de ser pueblo. 9 Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. Si ustedes no creen esto, tampoco permanecerán.»
10 El Señor le habló también a Ajaz, y le dijo:
11 «Pídele al Señor tu Dios una señal. Pídesela de las profundidades de la tierra, o de las alturas de los cielos.»
12 Y Ajaz respondió:
«No pediré nada. No pondré a prueba al Señor.»
13 Dijo entonces Isaías:
«Escuchen bien ustedes, los de la casa de David. ¿Les parece poco el molestar a los hombres, que también quieren molestar a mi Dios? 14 Pues ahora el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel.[b] 15 Comerá mantequilla y miel hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Ciertamente, antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, el país de estos dos reyes a quienes tú temes quedará abandonado. 17 El Señor hará que vengan sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como nunca vinieron desde el día en que Efraín se apartó de Judá para unirse al rey de Asiria.
18 »Cuando llegue ese día, el Señor llamará con un silbido a la mosca que está al final de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria; 19 y éstas vendrán y acamparán en todos los valles desiertos, y en las grietas de las piedras, y en todos los zarzales y en todas las matas.
20 »Cuando llegue ese día, el Señor traerá al rey de Asiria, que habita al otro lado del río, y ese rey será como una navaja alquilada, con la cual les rapará la cabeza y el pelo de los pies, y hasta la barba.
21 »Cuando llegue ese día, quien críe una vaca y dos ovejas 22 comerá mantequilla, pues será mucha la leche que le darán. Sí, quien quede con vida en el país ciertamente comerá miel y mantequilla.
23 »Cuando llegue ese día, el campo donde había mil vides con valor de mil monedas de plata, será un campo de espinos y cardos. 24 Irán allá con arcos y flechas, porque toda la tierra estará llena de espinos y cardos. 25 Por temor de los espinos y cardos, nadie irá a ninguno de los montes antes cultivados con azada, porque sólo servirán como pastizales de bueyes y para que los ganados los pisoteen.»