La Biblia en un año
Mayo17
Números 21, Salmos 63, 1 Pedro 5
Números 21
El rey de Arad ataca a Israel
1 El rey cananeo de Arad habitaba en el Néguev, y cuando oyó que Israel venía por el camino de Atarín, salió a pelear contra ellos, y a algunos los hizo prisioneros. 2 Entonces Israel hizo un voto al Señor, y dijo:
«Si tú pones este pueblo en mis manos, yo destruiré sus ciudades.»
3 El Señor escuchó la petición de Israel, y le entregó a los cananeos. Israel destruyó entonces a los cananeos y a sus ciudades, y a ese lugar lo llamó Jormá.[a]
La serpiente de bronce
4 Después los israelitas partieron del monte Hor, en dirección al Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom, y en el camino el pueblo se desanimó 5 y murmuró contra Dios y contra Moisés:
«¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Para hacernos morir en este desierto? ¡No hay pan ni agua, y ya estamos hartos de este pan tan liviano!»
6 Entonces el Señor mandó serpientes venenosas entre el pueblo, para que los mordieran, y muchos del pueblo de Israel murieron.
7 El pueblo fue a ver a Moisés, y le dijo:
«Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. ¡Ruégale al Señor que nos quite estas serpientes!»
Y Moisés oró por el pueblo, 8 y el Señor le dijo a Moisés:
«Haz una serpiente como éstas, y ponla en un asta. Todo el que sea mordido y la mire, vivirá.»
9 Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguien, si miraba a la serpiente de bronce, seguía con vida.
Los israelitas rodean la tierra de Moab
10 Los hijos de Israel partieron de allí y acamparon en Obot. 11 Al partir de Obot, acamparon en Iyé Abarín, en el desierto que está enfrente de Moab, por donde sale el sol. 12 Al partir de allí, acamparon en el valle de Zered. 13 Al partir de allí, acamparon al otro lado del río Arnón, que está en el desierto y que va más allá del territorio del amorreo. Este río Arnón es el límite entre los moabitas y los amorreos. 14 Por eso en el libro de las batallas del Señor puede leerse:
«... lo que hizo en el Mar Rojo
y en los arroyos de Arnón,
15 y en la corriente de los arroyos
que va a parar en Ar
y se detiene en los límites de Moab.»
16 De allí siguieron hasta Ber,[b] es decir, el pozo donde el Señor le dijo a Moisés: «Reúne al pueblo, que voy a darles agua.»
17 Israel entonó allí este cántico:
«¡Canta, pozo! ¡Deja fluir el agua!
18 Los grandes señores cavaron este pozo;
¡con sus cetros lo cavaron
los nobles y los príncipes del pueblo!»
Del desierto se dirigieron a Matana, 19 de Matana a Najaliel, de Najaliel a Bamot, 20 y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre del Pisga, que mira hacia el desierto.
Israel derrota a Sijón
21 Israel envió embajadores a Sijón, el rey de los amorreos, para decirle:
22 «Voy a pasar por tu tierra. No iremos por los sembrados ni por las viñas, ni beberemos agua de tus pozos. Iremos por el camino principal, hasta salir de tu territorio.»
23 Pero Sijón no permitió que Israel pasara por su territorio, sino que juntó a todo su ejército y salió al desierto para pelear contra Israel. Al llegar a Yahás, 24 Israel hirió a Sijón a filo de espada y se posesionó de su tierra, desde Arnón hasta Jaboc y hasta los hijos de Amón, porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte. 25 Israel se apoderó de todas estas ciudades, y habitó en todas las ciudades de los amorreos, y en Jesbón y todas sus aldeas. 26 Jesbón era la ciudad de Sijón, el rey de los amorreos que antes había tenido guerra con el rey de Moab, y se había apoderado de toda su tierra, hasta Arnón. 27 Por eso dicen los proverbistas:
«¡Vengan todos a Jesbón!
¡Que vuelva a levantarse la ciudad de Sijón!
28 Porque de Jesbón salió fuego;
de la ciudad de Sijón salieron llamas
que consumieron las ciudades de Moab
y las señoriales alturas de Arnón.
29 »¡Ay de ti, Moab!
¡Quedaste destruido, pueblo de Quemos!
Tus hijos fueron puestos en fuga,
y tus hijas fueron hechas cautivas
del rey Sijón de los amorreos.
30 »¡Pero nosotros devastamos su reino!
Jesbón quedó en ruinas hasta Dibón,
pues la destruimos hasta Nofa y Medeba.»
Israel derrota a Og de Basán
31 Fue así como Israel llegó a habitar la tierra de los amorreos. 32 Además, Moisés mandó exploradores a Jazer, y se apoderaron de sus aldeas y desalojaron a los amorreos. 33 Cuando volvieron, lo hicieron por el camino de Basán; pero Og, el rey de Basán, salió con todo su ejército a combatirlos, y pelearon en Edrey. 34 Entonces el Señor le dijo a Moisés:
«No le tengas miedo, porque a él y a todo su pueblo yo los pondré en tus manos, lo mismo que a su tierra, y harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón.»
35 Y los israelitas hirieron de muerte a Sijón y a sus hijos, y a todo su ejército. No dejaron con vida a nadie. Así se apoderaron de su tierra.
Salmos 63
Sólo Dios satisface al alma
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
1 Dios mío, ¡tú eres mi Dios!
Yo te buscaré de madrugada.
Mi alma desfallece de sed por ti;
mi ser entero te busca con ansias,
en terrenos secos e inhóspitos, sin agua,
2 con deseos de ver tu poder y tu gloria,
como los he mirado en el santuario.
3 Tu misericordia es mejor que la vida;
por eso mis labios te alaban.
4 ¡Yo te bendeciré mientras tenga vida,
y en tu nombre levantaré mis manos!
5 Mi alma quedará del todo satisfecha,
como si comiera los mejores platillos,
y mis labios te aclamarán jubilosos
6 al pensar en ti recostado en mi lecho,
al meditar en ti durante mis desvelos.
7 Porque tú has sido mi socorro,
alegré viviré bajo la sombra de tus alas.
8 Mi alma está apegada a ti;
tu mano derecha me brinda apoyo.
9 Los que buscan matarme y acabar conmigo
caerán a lo más profundo de la tierra.
10 Los matarán a filo de espada;
servirán de alimento a los chacales.
11 Pero el rey se regocijará en Dios,
y todos los que juran por él serán alabados,
pero la boca de los mentirosos será acallada.
1 Pedro 5
Cuidando de la grey de Dios
1 Yo, que he sido testigo de los sufrimientos de Cristo y que he participado de la gloria que será revelada, como anciano que soy les ruego a los ancianos que están entre ustedes: 2 Cuiden de la grey de Dios, que está bajo su cuidado. Pero háganlo de manera voluntaria y con el deseo de servir, y no por obligación ni por el mero afán de lucro. 3 No traten a la grey como si ustedes fueran sus amos. Al contrario, sírvanle de ejemplo. 4 Así, cuando se manifieste el Príncipe de los pastores, ustedes recibirán la corona incorruptible de gloria. 5 También ustedes, los jóvenes, muestren respeto ante los ancianos, y todos ustedes, practiquen el mutuo respeto. Revístanse de humildad, porque:
«Dios resiste a los soberbios,
pero se muestra favorable a los humildes.»
6 Por lo tanto, muestren humildad bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. 7 Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes. 8 Sean prudentes y manténganse atentos, porque su enemigo es el diablo, y él anda como un león rugiente, buscando a quien devorar. 9 Pero ustedes, manténganse firmes y háganle frente. Sepan que en todo el mundo sus hermanos están enfrentando los mismos sufrimientos, 10 pero el Dios de toda gracia, que en Cristo nos llamó a su gloria eterna, los perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá después de un breve sufrimiento. 11 A él sea dado el poder por los siglos de los siglos. Amén.
Saludos finales
12 Les he escrito brevemente por medio de Silvano, a quien considero un hermano fiel, para darles ánimo y asegurarles que ya están en la verdadera gracia de Dios, que es ésta. 13 La iglesia que está en Babilonia, y que fue elegida juntamente con ustedes, les manda saludos, lo mismo que mi hijo Marcos. 14 Salúdense unos a otros con un beso de amor fraternal. Que la paz sea con todos ustedes, los que están en Cristo. Amén.